Este curso se acaba como empezó, con una maltrecha Escuela Pública que recibe un golpe a cada paso que da. Comenzamos el curso con miles de interinos excluidos y terminamos con un terrible aumento de la ratio que supondrá otros tantos compañeros en la calle y los alumnos hacinados en las aulas.
Y mientras muchos sufren en silencio, otras personas decidimos que lo mejor sería salir a las calles para vernos las caras. Salir a las plazas para que la gente nos viera, que participase y que no se dejase de hablar de la marea verde. Gente pequeña, en pequeños lugares, haciendo cosas pequeñas.
- "¡
Qué!, ¿habéis conseguido algo los de las camisetas verdes?", escuchamos de vez en cuando al pollero, al vecino o al cuñado pesado.
-"
Si, rotundamente si. Hemos conseguido que no se te olvide que estamos ahí y que mientras a tu hijo le quitan la beca de comedor, al vecino le bonifican en la declaración de la renta por llevar al niño al colegio concertado que pagamos todos."
La gente de nuestra localidad habla de este colectivo y entra en el debate sobre la agonía de la Escuela Pública. Y de esta forma, esforzándonos por fundamentar las ideas, va fortaleciéndose un tejido que cada vez es un poquito menos pequeño. Un tejido que opina, que rompe el silencio y que invita a posicionarse. Un tejido del que tú, que nos estás leyendo en esta red social, ya formas parte.
La iniciativa Aulas en la Calle posibilita también que se vayan generando alianzas con otras gotas verdes de la marea. Personas con las que ya tenemos hilo directo y mañana haremos camino. Hoy le agradecemos la presencia al colectivo "Marea verde sobre ruedas " de Móstoles.
El domingo 17 ha sido la última sesión del curso y la primera del siguiente, ya que hoy también se ha desencadenado un hervidero de ideas que se irán materializando en los próximos días para seguir haciendo frente a la dura realidad educativa. Esto no para. Estamos conectados y preparados.
Este curso se acaba como empezó, con una maltrecha Escuela Pública que recibe un golpe a cada paso que da. Comenzamos el curso con miles de interinos excluidos y terminamos con un terrible aumento de la ratio que supondrá otros tantos compañeros en la calle y los alumnos hacinados en las aulas.
Y mientras muchos sufren en silencio, otras personas decidimos que lo mejor sería salir a las calles para vernos las caras. Salir a las plazas para que la gente nos viera, que participase y que no se dejase de hablar de la marea verde. Gente pequeña, en pequeños lugares, haciendo cosas pequeñas.
- "¡Qué!, ¿habéis conseguido algo los de las camisetas verdes?", escuchamos de vez en cuando al pollero, al vecino o al cuñado pesado.
-"Si, rotundamente si. Hemos conseguido que no se te olvide que estamos ahí y que mientras a tu hijo le quitan la beca de comedor, al vecino le bonifican en la declaración de la renta por llevar al niño al colegio concertado que pagamos todos."
La gente de nuestra localidad habla de este colectivo y entra en el debate sobre la agonía de la Escuela Pública. Y de esta forma, esforzándonos por fundamentar las ideas, va fortaleciéndose un tejido que cada vez es un poquito menos pequeño. Un tejido que opina, que rompe el silencio y que invita a posicionarse. Un tejido del que tú, que nos estás leyendo en esta red social, ya formas parte.
La iniciativa Aulas en la Calle posibilita también que se vayan generando alianzas con otras gotas verdes de la marea. Personas con las que ya tenemos hilo directo y mañana haremos camino. Hoy le agradecemos la presencia al colectivo "Marea verde sobre ruedas " de Móstoles.
El domingo 17 ha sido la última sesión del curso y la primera del siguiente, ya que hoy también se ha desencadenado un hervidero de ideas que se irán materializando en los próximos días para seguir haciendo frente a la dura realidad educativa. Esto no para. Estamos conectados y preparados.
Mi opinión es que es acertadísima la crónica. Lo principal es insistir en la actividad, sin cejar en el empeño. Me suscribo al pensamiento de Eduardo Galeano que recoge la foto del reportaje. De hecho es la estrategia que usa el sistema de poder neoliberal. Todos recordamos lo que nos dice descaradamente:
ResponderEliminar"Repite una mentira mil veces y se convertirá en verdad". Nosotros repetimos una gran verdad todas las veces que sean necesarias hasta que ésta sacuda el miedo y la comodidad que ciegan las conciencias de muchos ciudadanos. Las mentiras repetidas del poder tienen fuerza, pero la defensa incansable de los derechos vulnerados de la ciudadanía tiene mucha mayor fuerza. Ojalá que nos lo creamos, y que nuestra indignación nos lleve a actuar, sin violencias, todos juntos en lo que nos une, dejando a un lado las banderas y siglas partidistas que nos dispersan.
Ángel.