Sería una completa necedad no recoger en este humilde blog un alegato por la Educación Pública como el que hoy compartimos. En este colectivo siempre buscamos la manera de que la gente se emocione con la escuela pública y no demasiadas veces lo conseguimos. Nos esforzamos y ponemos mil ideas encima de la mesa para despertar la chispa entre los vecinos, pero es muy complicado ya que a menudo son gigantes y no molinos aquellos contra los que luchamos.
Sin embargo a veces encontramos pequeñas joyas en el camino (discursos, acciones, gestos...) que reúnen todas esas características que nosotros no hemos acertado a mezclar: belleza, verdad, bondad, valentía, alegría... Precisamente este es el caso de este texto que fue leído el mes pasado en la Gala XXV Aniversario del IES Salvador Allende de Fuenlabrada.
Por supuesto damos las gracias desde aquí a la autora Miriam Meda y esperamos que su prosa les emocione a ustedes tanto como a nosotros. Por último no olviden un detalle importante: el instituto se llama SALVADOR ALLENDE. Merece reflexión aparte.
GALA XXV ANIVERSARIO I.E.S. SALVADOR ALLENDE
Miriam Meda (alumna 1999-2004)
Se supone que el papel que tengo que cumplir hoy aquí es que me han encomendado que explique qué supone o ha supuesto
para
mí la educación pública en general y, por supuesto y como no podía ser de otra manera, el instituto Salvador Allende en particular. Para cumplir mi misión debo contarles dos historias, eso sí, basadas en hechos reales.