jueves, 10 de julio de 2014

Las familias luchando están educando

     Después de diecisiete días de encierro en el CEIP Arcipreste de Hita de Fuenlabrada cualquiera puede darse cuenta de que estas familias dicen cosas muy importantes (salvo los que gobiernan en nuestra región), pero más importante aún es cómo lo dicen. Están dando una lección de compromiso con su barrio, de amor por sus niños - que son todos los niños-, de altruismo, de apoyo mutuo, de inteligencia colectiva y de valentía. 

  
     Asomarse en estos días al colegio es entrar en una zona de construcción social con todas las dificultades que ello conlleva y con la ilusión para llevarlo hacia delante. Estas familias saben organizarse, están entusiasmadas y tienen una conciencia sobre lo que significa la educación pública que más la quisiéramos todos en posesión de los que dirigen la Consejería de Educación. 



      Decía Jose Luis Sampedro que "nos educan para ser productores y consumidores, no para ser hombres libres". Así, consiguen que nos sintamos seres "inevitablemente" adaptados a la vida en el mercado porque entendemos que ese es nuestro hábitat natural y todas las normas que regulan las transacciones mercantiles serán válidas, entonces, para las relaciones humanas. No importa pisar al que viene debajo, ni traicionar al amigo, porque todo se mide bajo parámetros de rentabilidad. Importa producir y consumir; y cuanto más mejor. 



     Nos hacen olvidar que las personas solo podemos desarrollarnos como tales dentro de una comunidad y cuanto más viva mejor. Nos hacen olvidarnos de la responsabilidad que tenemos hacia el grupo social que nos acoge, nos protege y nos enriquece. Todo se soluciona con un intercambio de productos por dinero, o lo que es lo mismo, productos a cambio de tiempo de nuestra vida. Pues bien, todos estos esquemas de pensamiento están saltando por los aires en el encierro del Arcipreste gracias a la actitud de un grupo de familias.




     Una breve reflexión sobre estas cuestiones consigue que cualquier persona preocupada por el futuro perciba como algo imprescindible cuidar y fortalecer el entorno social donde se desarrollarán los niños. Pero, ¿qué papel juega la educación pública en todo esto? Y, ¿cómo podemos interpretar los recortes que estamos viendo?

     Cuando se ataca a la educación pública (normalmente bajo equivocadas premisas economicistas) se olvida que la sociedad, al igual que sucede con cualquier sistema, se rompe siempre por el eslabón más débil; por lo que fortalecer la comunidad pasa por mejorar la atención a los colectivos que son más sensibles. Por eso estas familias piden un sistema público fuerte e inclusivo que llegue a cada barrio.

     Todas las familias quieren que sus criaturas sean felices ahora y en el futuro, y comprenden que para que sus hijos tengan una vida plena deben desenvolverse en una sociedad civilizada y próspera; siendo la educación pública la principal herramienta para construir ese contexto social. Tampoco los políticos que se quieran llamar progresistas pueden olvidarlo y deberían colocar siempre en el primer orden de su agenda a la educación pública inclusiva.

 

    Sacar del ostracismo a la infancia y poner de moda a los niños - a todos los niños- es una tarea urgente de la sociedad del siglo XXI, en el Arcipreste lo saben y lo ponen de manifiesto. Por eso también es muy necesario denunciar abiertamente todos los discursos de política educativa que pretendan eludir a los niños y colocar los intereses corporativos, electorales o económicos en zona de preferencia.

     Por el bien común, tenemos que tomar partido por la educación pública, parar la maquinaria privatizadora y asegurar los medios suficientes para construir -repetimos- un sistema público inclusivo que llegue a cada barrio. Es el momento de luchar por cada aula pública, por cada recurso público, por cada tiza, frenando así el desmantelamiento de la escuela de los niños –de todos los niños -. 

     Las familias del Arcipreste de Hita están demostrando que romper esquemas y luchar por lo público no solo es posible, sino que es edificante minuto a minuto. Puede que la Consejería de Educación no les escuche de momento, pero es seguro que el resto de la ciudadanía es inteligente y sí les está escuchando.

#FuenlabradaResiste

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